Mi tribu

Mística, química, hechicería, casualidad o “así nomás se da”….ando preguntándome hace tiempo cómo toda está gente hermosa me llegó a rodear…es un grupo de personas que no tienen mucho “pie ni cabeza”, la verdad…

A todos les gusta la conga, nunca dicen que no a una cerveza helada, les gusta el mate, hablar hablar hablar, bailan bien y también bailan mal, pero todos bailan, tienen su música rara, diferente o totalmente trivial…maneras de pensar opuestas quizás pero claras y firmes, es que todos tienen sangre caliente en sus venas, eso los asemeja… les gusta vivir a ésta, que llamamos vida, con ganas, gota a gota, no se les escurre ni un poco, le sacan el jugo, y aunque a veces se rindan un poco y no quieran hacer nada de nada, lo hacen hasta el fondo y no hacen nada de verdad!

A todos les dije que los quiero, se los confieso a menudo y no me avergüenza largar una lágrima cuando estamos felices, cuando se me infla el pecho de orgullo con sus logros, con sus metas, y también cuando de cabecita loca y estúpida me enojo, cuando los miro con un poco de bronca…tonta, tonta

Creo que voy formando una linda tribu (como dice la Allende), en la que seres desconocidos se encuentran y empiezan a conocer, se revelan, se contagian formas de hablar, formas de pensar, se enriquecen, se enseñan a tratar, se aprenden a querer y llegan a extrañar… me siento bien, ya no necesitan tanto de mi, se aglutinan solos, se buscan y encuentran solos.

Hay algunos de la tribu que están un poco lejos, es que somos medio nómades…los recuerdos de ellos me hacen sentir que el corazón se deshoja...qué ganas de juntarlos a todos, poner música de la buena y un par de tragos, verlos conversar juntos, distintos, desconocidos, sabiendo que es fácil que se quieran como yo a ellos, verlos a la distancia, esperar a ver que pasa…sabiendo que son todos maravillosos, que algo increíble va a resultar.

Muchos, la mayoría, se conocen por anécdotas divertidas y exageradas con el paso del tiempo, una nueva mirada; se conocen por un día a día, por las compras en el mercado, por nervios al examen, por historias de amor interminables, por llantos y tristeza (míos de ellos de todos), por encuentros inesperados, por encuentros muy planificados o provocados; se conocen porque los conozco, porque a todos les hablo de todos, porque me preguntan por otros, porque a cada uno le interesa mucho de los otros…

Quiero protegerlos, quiero que sepan que pongo mucho de mi para que no se me escapen, para que un día no se den cuenta que en verdad no hay nada en especial en mi, que no soy indispensable y se vayan atrás de otra loca, porque creo ese es mi mayor temor, que en un instante “de esos” abran un poco los ojos, un poco más, y no quieran estar acá, a mi lado… aunque, sepan, no lo voy a permitir, eso no me lo voy a perdonar, así que queridos, verán, no hay realmente salida…ja!

Estoy convencida que por mi camino voy a ir recolectando muchos mas miembros para esta tribu, porque me encantan las personas, me gustan sus historias, me hace feliz rodearme de ellas, que me demuestren como hay que vivir, que me aporten su ingrediente para la felicidad, eso…esta tribu es felicidad, es la manera, mi manera de vivir, con la que me siento cómoda, la que no voy a dejar y que con el paso del tiempo espero mejorar…

A todos ustedes, a todos los que al leer esto sientan que les estoy hablando, sepan que es así, que no necesito nombrarlos, enumerarlos, saben que los quiero y que este domingo cuando festeje nuestro día con algunos de los que están cerca, también, en mi corazón, lo voy a estar haciendo con otros de ustedes que estén lejos…

Los quiero.