Había sido construida por un futuro arquitecto y una futura abogada, el cimentaba su profesión y se divertía, ella se divertía y estaba con él…paredes coloradas de bloques de plástico y un techo a dos aguas blanco, ya lo dije: una fortaleza… pocas y diminutas ventanas, no era la casa de sus sueños pero fue el último juego infantil que compartieron.
Se lo prometió antes de que partiera: “la guardo para siempre”, a la casita en su dormitorio y al él en su corazón… eso no lo dijo, eso ya lo sabían.
Para vos “valiente”, para esos ojos verde oliva
y para no dejarte dejarme…
y para no dejarte dejarme…