lunes, 10 de octubre de 2011

Diálogo con ELLA

E: - Mucho que no estás, mucho que no estuviste, mucho que te perdiste en la odisea de vivir. Mucho que el porvenir te pasó pegadito y no hiciste nada para detenerlo, para interrogarlo, para sentir esa delicia de tu vivir, derivar en esos delirios de letras, el placer de las palabras, agotarte en vos misma y mucho hace de sentir tu corazón latiendo fuerte con el crujir de las ideas y el intentar desarrolarlas...
Ahora puedo reprocharte todas esas veces que quisiste volver a mí, todas esas noches que querías acercarte y te detenía la falta de deseos, de valentía para regalarte eso que te da tanto, buscabas en donde no hallarías...
No es sólo un amor personal, puntual y finito lo que necesitas, es lo extraordinario de preguntarte por vos misma, intentar entender las cosas bajo otro prisma y lanzarte a tu pasión y liberación real; que te acerca a tus márgenes y te encuentra esas noches, que te gustan, buscando un sinónimo, un ritmo y un signo de puntuación. Es afinar el instinto, el impulso y la levedad abrumadora del sentir a lo patente, a lo eterno y social del escribir.

P: - Si... ya sé todo eso, ya sé que te falle, que nos falle a los dos... que debería aparecerme de vez en cuando, que esto no es lo que esperas de mí, que te tengo abandonada, que la vida me envuelve en el porvenir y que sólo estoy cuando quiero estar... sé que no te busque estímulos, que mi vida se vuelve rutinaria y se pone gris... Pero ¿y qué más vas a exigirme? ¿cuánto daño más puedo hacernos? ¿cuánto te di por años y cuánta agua debe pasar bajo el puente?.
No te encuentro a diario sin él... no puedo descubrirte en mi simple día a día, tengo que sentir sus dedos en mi nuca, su respirar en mi oído y disfrutar su perfume en mi cuerpo...
Esta exquisita debilidad la descubrí con él y con él muere cuando no está... Es la falta de la musa, del mecenas y las ganas de expresar.. ¿cómo expresar cuando no se siente?. No se piensa, se actúa, no se percibe, se automatizan los sentidos. Todo se vuelve de un neutro insoportable y así no se siente la ansiedad de las letras, las palabras pierden el sabor y no tengo más remedio que hundirme en la soledad de que no aparecerás. Serás mi materia pendiente y la insoportable liviana realidad azotará mis noches, y mañanas posteriores. Pidiendo.
Rogando, un sentimiento extremo, un par de lágrimas que me hagan feliz y el inevitable consuelo de las letras, las palabras, el escribir me faltará.... Hasta que tu compañía no lo sea y brote de mí como del río la corriente y pueda navegar este barco sin su viento. O su viento sea el nuestro...