Ahora puedo reprocharte todas esas veces que quisiste volver a mí, todas esas noches que querías acercarte y te detenía la falta de deseos, de valentía para regalarte eso que te da tanto, buscabas en donde no hallarías...
No es sólo un amor personal, puntual y finito lo que necesitas, es lo extraordinario de preguntarte por vos misma, intentar entender las cosas bajo otro prisma y lanzarte a tu pasión y liberación real; que te acerca a tus márgenes y te encuentra esas noches, que te gustan, buscando un sinónimo, un ritmo y un signo de puntuación. Es afinar el instinto, el impulso y la levedad abrumadora del sentir a lo patente, a lo eterno y social del escribir.
P: - Si... ya sé todo eso, ya sé que te falle, que nos falle a los dos... que debería aparecerme de vez en cuando, que esto no es lo que esperas de mí, que te tengo abandonada, que la vida me envuelve en el porvenir y que sólo estoy cuando quiero estar... sé que no te busque estímulos, que mi vida se vuelve rutinaria y se pone gris... Pero ¿y qué más vas a exigirme? ¿cuánto daño más puedo hacernos? ¿cuánto te di por años y cuánta agua debe pasar bajo el puente?.
No te encuentro a diario sin él... no puedo descubrirte en mi simple día a día, tengo que sentir sus dedos en mi nuca, su respirar en mi oído y disfrutar su perfume en mi cuerpo...
Esta exquisita debilidad la descubrí con él y con él muere cuando no está... Es la falta de la musa, del mecenas y las ganas de expresar.. ¿cómo expresar cuando no se siente?. No se piensa, se actúa, no se percibe, se automatizan los sentidos. Todo se vuelve de un neutro insoportable y así no se siente la ansiedad de las letras, las palabras pierden el sabor y no tengo más remedio que hundirme en la soledad de que no aparecerás. Serás mi materia pendiente y la insoportable liviana realidad azotará mis noches, y mañanas posteriores. Pidiendo.
Rogando, un sentimiento extremo, un par de lágrimas que me hagan feliz y el inevitable consuelo de las letras, las palabras, el escribir me faltará.... Hasta que tu compañía no lo sea y brote de mí como del río la corriente y pueda navegar este barco sin su viento. O su viento sea el nuestro...
3 comentarios:
Mierda. Por la forma en que esta escrito, me pregunto si este dialogo salio de tu cabeza o fue real. Es muy real. Es muy bueno. Cruel, peligrosamente real.
Las historias de desencuentro...
Te mando un abrazo!
Es real... es un diálogo entre dos partes de mi.. Creo q tenemos muchos "yos" sólo hay q dejarlos hablar, yo hace algún tiempo empecé a escucharlos, y es sorprendente!!!
Saludos!!
un dato: descubrí que "a cada pili" le gusta música distinta, mientras escribo suelo ponerla para que aparezcan libremente!! jajaj
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